La nitrofurantoína se recomienda para el tratamiento de infecciones del tracto urinario inferior (es decir, infección de la vejiga urinaria o cistitis). No se usa para infecciones que afectan los riñones (infección del tracto urinario superior o pielonefritis).
En dosis terapéuticas, la concentración del fármaco en sangre y tejidos es muy baja, demasiado baja para matar las bacterias que pueden estar presentes en estos lugares. Pero, como se excreta principalmente en la orina, la concentración urinaria es lo suficientemente alta como para matar o inhibir la mayoría de las bacterias que causan cistitis.
En cuanto a cómo funciona, la droga se activa primero por las enzimas bacterianas en metabolitos reactivos. Estos atacan y dañan el ADN bacteriano, así como las proteínas bacterianas y las enzimas. Debido a que la droga actúa sobre múltiples objetivos, la resistencia adquirida de las bacterias a la nitrofurantoína es muy poco frecuente.
Algunas bacterias exhiben resistencia intrínseca a la nitrofurantoína. Estos incluyen Pseudomonas y Proteus.
