¿Qué prácticas culturales se pueden hacer para frenar la propagación del VIH y el SIDA?

La mayor barrera que enfrentamos ahora es el estigma.

Las personas con VIH son estigmatizadas, lo que hace que sea difícil solicitar o hacer cumplir las pruebas de rutina para detectar el virus.

A falta de una vacuna, las pruebas y el tratamiento posterior son los únicos métodos viables para detener la propagación del VIH.

En lugares donde el Tratamiento como Prevención (TASP, por sus siglas en inglés) está siendo efectivamente financiado y fomentado agresivamente por las autoridades de salud pública, las tasas de nuevas infecciones por VIH han disminuido dramáticamente en muchas poblaciones en riesgo.

Sin embargo, los mayores obstáculos para una TASP efectiva son la resistencia a las pruebas de rutina y la resistencia a la financiación total de las iniciativas TASP.

Esa resistencia se basa en gran medida en el estigma.