Sospecho que 2017 seguirá fascinado por el potencial de las terapias basadas en el sistema inmune. El mundo convencional acaba de despertar a la noción radical de que nuestro propio sistema inmune, suficientemente preparado, puede deshacerse de las células cancerosas.
En el mundo alternativo y complementario, hemos utilizado terapias inmunológicas durante años: astrágalo, extractos de hongos, extracto de muérdago, etc. El mundo convencional, en su mayoría, ha estado obsesionado con la quimioterapia, la radiación y la cirugía. Las terapias basadas en genes han sido populares más recientemente, pero realmente solo en la medida en que podrían aumentar la quimioterapia.
Luego vinieron los inhibidores del punto de control y una nueva clase de terapias. Estas drogas quitaron los frenos de un sistema inmune anticanceroso lisiado, activando los glóbulos blancos y provocando respuestas a veces dramáticas.
Creo que 2017 verá una tensión creciente entre las terapias que el sistema convencional * quiere * ver funcionar – terapias basadas en genes – y aquellas que realmente * funcionan * – terapias basadas en el sistema inmune.