Lo hace y no.
Por un lado, si eres consciente de una lesión inminente, puedes prepararte y flexionar los músculos de tu cuello. Esto puede reducir el latigazo cervical, ya que sus tensos músculos del cuello resistirán el movimiento.
Por otro lado, ninguna sustancia química o mentalidad puede cambiar inmediatamente la densidad, el tamaño o la forma de tu cerebro. Por lo tanto, no importa lo que estés pensando o sintiendo, tu cerebro no es más o menos susceptible a las lesiones.