Cómo saber si tengo un desequilibrio hormonal

9 signos de que tienes un desequilibrio hormonal + formas fáciles de solucionarlo

Cuando se pronuncia la palabra “hormonas”, las visiones de mujeres menopáusicas furiosas vienen a la mente para la mayoría. Eso es tan triste. Los cambios hormonales afectan a todos, desde el nacimiento hasta la muerte, sin embargo, parece que tenemos una asociación muy negativa con esa palabra.

Para las mujeres, los cambios más pronunciados tienen entre 40 y 50 años, pero se pueden ver ya a mediados de los 30. Muchas más mujeres tienen síntomas hormonales antes, lo cual tiene mucho que ver no solo con nuestro estilo de vida y dieta, sino también con la contaminación, toxinas y xenoestrógenos (sustancias químicas sintéticas que actúan como estrógeno en nuestro cuerpo) a los que estamos expuestos todos los días .

Algunos de los síntomas más comunes de desequilibrios hormonales son:

1. Ganancia de peso persistente.

Sí, hay componentes de estilo de vida, dieta y actividad física para mantener un peso saludable, pero ese no es el final de la historia. Muchas mujeres tienen desequilibrios hormonales subyacentes que dificultan el mantenimiento de un peso saludable. La resistencia a la insulina no abordada o emergente es una de las más comunes; pequeños cambios en la dieta, como la eliminación de alimentos procesados, azúcares y trigo, son pasos en la dirección correcta.

2. Grasa del vientre y pérdida de masa muscular.

Cuando su sistema endocrino está bajo estrés existe una subproducción de ciertas hormonas y una sobreproducción de otras (principalmente cortisol). Esto hace que tu cuerpo almacene grasa para usar en el futuro, lo que hace que un aumento en la grasa del vientre sea una pista para la fatiga suprarrenal.

3. Baja libido.

Uno de los síntomas más notables del desequilibrio hormonal es la baja libido, que comienza con un sueño alterado. Sin un sueño de calidad, nuestra producción de hormonas sexuales puede disminuir.

4. Fatiga.

¿No puede pasar la media mañana sin algún tipo de retiro? ¿Qué hay de ese accidente a media tarde? No es normal sentirse lento, disperso o mentalmente nublado. Los cambios dietéticos fáciles, como eliminar el trigo y la mayoría de los granos, ayudarán a estabilizar el nivel de azúcar en la sangre.

5. Ansiedad, irritabilidad y depresión.

¿No te sientes como tú? Este no es el momento para los productos farmacéuticos. La ansiedad y la depresión son indicios de que tiene un desequilibrio, toxicidad, exceso de trabajo, estrés y probablemente no estén alimentando su cuerpo de la manera que lo necesita. Escuche su voz interior y tome las medidas necesarias para satisfacer sus necesidades.

6. Insomnio y malos patrones de sueño.

Esto inicia el ciclo de estrés físico y aumenta los niveles de cortisol, lo que causa directamente muchos desequilibrios hormonales. No hay un área de tu vida que el insomnio no toque.

7. Sudando.

Para muchas mujeres, los sudores nocturnos y los sofocos son la primera señal incómoda de que algo anda mal. Este no es el momento de comenzar la terapia de reemplazo hormonal, pero comienza un diario de alimentos anotando lo que comes y bebes, cómo te sientes físicamente y cualquier emoción que surja después. Muchas veces nuestras emociones son el disparador que aumenta la temperatura interna. La próxima vez que sienta que los flashes se encienden, deténgase y piense en los pensamientos que giran en su mente.

8. Problemas de digestión.

El gas, la hinchazón y la digestión lenta son problemas hormonales comunes que generalmente no están asociados con desequilibrios hormonales, pero pueden estar asociados con el consumo de alimentos malos, no masticar la comida y comer demasiado. Cuando no tienes una digestión óptima, tu cuerpo se muere de hambre debido a la escasa extracción de nutrientes.

9. antojos.

Después de comer mucho más de lo que debería, o haber tomado media botella de vino, ¿mira hacia atrás y se pregunta por qué? Las causas comunes de los antojos y el exceso de alimentación son la fatiga suprarrenal, la resistencia a la insulina y otros desequilibrios hormonales. Nuevamente, minimizar los azúcares, el alcohol, los lácteos y el trigo, aunque es difícil, no solo ayudará a controlar los antojos, sino también sus problemas digestivos.

Tenga en cuenta que muchos de estos síntomas pueden estar relacionados con otros problemas físicos, y un simple análisis de sangre puede indicarle si hay otras preocupaciones subyacentes.

Con un esfuerzo constante aplicado a la mejora de la dieta y la salud digestiva, el manejo del estrés, la mejora del sueño y la actividad física constante, es posible lograr una verdadera salud integral.