¿Cómo identificaría qué portador de un organismo infeccioso infectó a un paciente?

Ha habido muchas evaluaciones detalladas desarrolladas a lo largo de los años. Actualmente, la “toma de huellas dactilares” de un organismo se realiza mediante análisis genéticos. Esto permite a los investigadores emparejar un agente patógeno muy de cerca entre la cepa encontrada en las muestras del paciente, la cepa encontrada en el agua, los alimentos u otros factores ambientales a los que el paciente estuvo expuesto, y la cepa que se encontró en otras personas (cuidado dadores, familiares, manipuladores de alimentos, etc.), que pueden haber presentado al agente en primer lugar a ese lugar desde otro lugar.

Al igual que con el análisis de ADN en investigaciones forenses, el ADN o ARN de un organismo puede proporcionar pruebas extremadamente sólidas de la ruta o causa de la infección.

Una comparación de culturas cultivadas en un laboratorio puede identificar que el germen es del mismo tipo, pero no es más exclusivo que el de un laboratorio comercial. Lo que lo hace aún más difícil es que el “transportista” puede ser un “fomite”. Un fomite es cualquier objeto inanimado que puede transmitir una enfermedad al contaminarse con el organismo infeccioso. Como una manija de puerta, un vaso de agua o un pedazo de comida estropeada.