Un soplo cardíaco en sí mismo es un signo. Se refiere al sonido de flujo turbulento o rápido de sangre a través del corazón que se puede escuchar con un estetoscopio.
Un soplo cardíaco puede ser normal o benigno, lo que se conoce como un soplo de flujo benigno, o puede indicar un defecto cardíaco.
Las anomalías cardíacas que pueden causar soplos cardíacos incluyen:
- Una válvula cardíaca con fugas o estrechas: el estrechamiento de una válvula se denomina estenosis, lo que ralentiza el flujo de sangre, mientras que una válvula cardíaca con fugas causa reflujo o regurgitación de sangre.
- Prolapso de la válvula mitral: esta válvula controla el flujo sanguíneo desde la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo. En algunos casos, la válvula sobresale dentro de la aurícula, lo que causa una fuga de sangre hacia la aurícula cuando el ventrículo se contrae.
- Defectos septales u “agujero en el corazón”: un defecto congénito en el que hay una abertura en el tabique que divide los dos lados del corazón
- Patente Ductus Arteriosus
- Inflamación del tejido del corazón
- Engrosamiento de los músculos del corazón en el ventrículo izquierdo inferior
Los soplos de flujo benigno generalmente no presentan ningún síntoma. Los síntomas de los soplos cardíacos anormales incluyen:
- Falta de aliento
- Fatiga y debilidad
- Tinte azulado en la piel, especialmente alrededor de las extremidades, como los dedos de las manos y los pies
- Dolor de pecho
- Mareos y aturdimiento
- Tos crónica
- Disminución o baja tolerancia para la actividad física y el ejercicio
- Poco apetito
- Incapacidad para prosperar en bebés
- Hepatomegalia (hígado agrandado)
- Venas agrandadas en el cuello
Algunos soplos cardíacos se curan por sí solos, pero algunos requieren una intervención médica que incluye medicamentos y cirugía como cirugía de reemplazo de válvula, cirugía de reparación de válvula o cirugía a corazón abierto.