¿Cuál es el mejor tratamiento para la pericarditis crónica?

La pericarditis generalmente se trata con medicamentos, aunque la cirugía se puede usar en casos raros.

La mayoría de los casos de pericarditis se pueden tratar con éxito con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Los AINE funcionan reduciendo la inflamación del pericardio y también alivian el dolor en el pecho.

COLCHICINA: –

La colchicina es un medicamento que puede usarse solo o en combinación con AINE.

  • A menudo se usa si sus síntomas no responden a los AINE o si no puede tomar AINE debido a una afección médica preexistente.
  • La colchicina es útil porque puede reducir la inflamación del pericardio al matar ciertas células.

CORTICOSTEROIDES: –

Por lo general, los corticoesteroides solo se administran cuando los síntomas de la pericarditis no responden a los AINE y la colchicina, o existe una acumulación de líquido dentro del pericardio, que podría poner en riesgo el corazón.

Los corticosteroides bloquean los efectos del sistema inmune, lo que lleva a una reducción de la inflamación.

OTROS TRATAMIENTOS:

El tratamiento para la pericarditis es diferente si no es causado por una infección viral. Por ejemplo, si su pericarditis es causada por una infección bacteriana, como la tuberculosis, se usan antibióticos.

En algunos casos, el líquido que se acumula alrededor del corazón se puede drenar con una aguja durante un procedimiento llamado pericardiocentesis. Sin embargo, esto generalmente solo se usa si desarrolla complicaciones de pericarditis.

Depende de si la pericarditis es efusiva (lo que provoca la acumulación de líquido entre el pericardio y el corazón) o constrictiva (causada cuando se forma una cicatriz como el tejido a través del pericardio), así como del grado de síntomas y la limitación resultante. El tratamiento de la causa subyacente del derrame es lo mejor, pero a veces es necesario crear quirúrgicamente una abertura para evitar que el líquido comprima el corazón. La pericarditis constrictiva se puede seguir simplemente si es leve y no progresa, o se pueden usar diuréticos para reducir las presiones intracraneales. La extirpación quirúrgica de la membrana pericárdica a menudo es curativa (80-90%) pero conlleva riesgos quirúrgicos asociados, además del hecho de que la condición puede seguir a la cirugía cardíaca en primer lugar.

La pericarditis crónica siempre conduce a derrame pericárdico.

Si la mejor actuación es el derrame pericárdico, el drenaje de la pericardiocentesis puede ser el mejor tratamiento.