Los espermatozoides pueden vivir dentro del cuerpo de una mujer por hasta tres días, pero en condiciones absolutamente perfectas se sabe que los espermatozoides viven hasta cinco días antes de morir. En este momento, la hembra ni siquiera se considera embarazada, incluso si uno de sus óvulos (huevos) ha sido fertilizado.
Una vez que su óvulo fertilizado se implanta dentro de su útero y crece lo suficiente como para ser elegible para un aborto (alrededor de 6-8 semanas de gestación) el esperma ya ha estado muerto por más de 6 semanas y se ha ido hace mucho tiempo.
Obviamente, si tiene relaciones sexuales con una mujer embarazada, esos espermatozoides nuevos pueden vivir en su cuerpo hasta por 3 a 5 días, tenga o no un aborto. Sin embargo, dado que ya está embarazada (y no produce óvulos), la nueva esperma no puede hacer que vuelva a quedar embarazada inmediatamente después de un aborto.
