Las pruebas de orina son una de las pruebas básicas que se realizan cuando una persona enferma ingresa en el hospital, a menos que el médico fuera del hospital ya haya hecho una. La orina se analiza en busca de sangre, albúmina, glucosa y otras sustancias causadas por una enfermedad, por lo que esta información es valiosa.
Las pruebas de deposiciones no son rutinarias en los EE. UU. Porque los parásitos intestinales, que a menudo causan enfermedades en algunas partes del mundo, no son comunes aquí. Si el paciente está ingresado por una enfermedad intestinal y la causa no es clara, se ordenarán pruebas de heces específicas según los síntomas.