El movimiento / actividad de cualquier tipo aumenta la frecuencia cardíaca y la circulación a todos los órganos vitales, incluido el cerebro. Pero, dado que la gravedad podría no “favorecer” la sangre que viaja a la mayor altitud del cerebro, puedo apreciar su pregunta. Cuatro ideas:
- El yoga cambia la posición del cuerpo con movimientos y poses. ‘Perro boca abajo’, entre otros, coloca la cabeza por debajo del nivel del corazón, asegurando un buen flujo sanguíneo al cerebro.
- Las tablas de inversión se pueden establecer en cualquier ángulo deseado para que el corazón esté sobre la cabeza. Se informa que tan poco como 2 o 3 minutos de inversión son muy beneficiosos. Terminar la inversión con un suave movimiento de balanceo hacia adelante y hacia atrás en el punto de equilibrio mejora aún más la circulación hacia sus puntos distantes.
- El rebote (en mini trampolín, pelota de ejercicios, etc.) está ganando elogios recientes por mover la sangre y la linfa a través del cuerpo. El rebote implica un punto de gravedad cero (en la parte superior) y fuerza elevada (en la parte inferior), que es la mejor receta para “agitar las cosas” sin el alto impacto y el esfuerzo de trotar o correr.
- Duerme. El tiempo horizontal es para la restauración y la recirculación de sangre y linfa. Las siestas cortas (sin sentarse) también son reconstituyentes.
Si todavía eres joven, puedes asumir que la circulación de la sangre al cerebro ya es de alta eficiencia, por lo que cualquier pasatiempo deportivo es más que suficiente estímulo para el cerebro en sangre.