Para corregir correctamente un problema, uno debe primero diagnosticar lo que lo está causando. A menudo, cuando los problemas médicos son diagnosticados erróneamente, empeoran progresivamente y, como resultado, se produce un daño permanente o la muerte. Cuanto antes se haga un diagnóstico preciso, mejor será el pronóstico, ya que un tratamiento apropiado e inmediato tiene más posibilidades de resolver la afección. Esto es cierto ya sea que estemos lidiando con una cepa de espalda o un cáncer serio. La capacidad de un médico para diagnosticar el problema es fundamental para un tratamiento exitoso.
En la facultad de medicina, la mejor instrucción que recibí fue que el 80% del diagnóstico radica en la historia. Si hace las preguntas correctas y escucha bien las respuestas del paciente, muchas veces el diagnóstico puede hacerse antes de que se empleen pruebas costosas y sofisticadas. Un examen hábil también ayudará a identificar el diagnóstico. Y sí, a veces confiaremos en imágenes de diagnóstico o pruebas de laboratorio para confirmar o excluir un diagnóstico.
El diagnóstico también es importante para determinar la causalidad. Cuando miramos un resultado, necesitamos saber cuál fue el diagnóstico que condujo a ese resultado. Trabajando hacia atrás podemos determinar si es plausible que un evento cause el diagnóstico que conduce al resultado resultante. Si no hay una explicación más probable para causar el diagnóstico que la causalidad se puede determinar.
Para un paciente que sufre de dolor lumbar, el médico primero debe determinar cuándo comenzó, qué lo mejora o lo que es peor, dónde se localiza y si está asociado con dolor en la pierna o la pierna débil. Estas quejas son parte de la historia que ayuda a formular un diagnóstico diferencial. El examen y las pruebas posteriores eventualmente llevarán a un diagnóstico específico que puede resultar en un tratamiento apropiado. Sin embargo, cuando el resultado es menos que deseable, puede plantearse la cuestión de la causa. Para el paciente con un disco herniado y un nervio pinzado que causa dolor en la espalda y en la pierna después de un accidente automovilístico, parece lógico que la fuerza del accidente haya causado que el disco se herniara y que la espalda y la pierna se volvieran sintomáticas. Sin embargo, si el paciente tuvo dolor de espalda previo y enfermedad degenerativa del disco, la causalidad puede no ser tan obvia. Independientemente de que se necesite un diagnóstico preciso para determinar la causa.