Las dosis menores a 50 ml (por vía oral) no tienen ningún efecto significativo sobre la salud, pero las dosis de 50 ml o más tienen efectos tóxicos graves. Se metaboliza en el hígado por la deshidrogenasa del alcohol, aunque dos veces más lenta que el etanol, en acetona, que el organismo no puede metabolizar más. La acetona se puede encontrar en la sangre 15 minutos después de la ingesta de isopropanol, y se excreta a través de los pulmones y los riñones. Por lo tanto, el envenenamiento con isopropanol se caracteriza por un olor persistente de la acetona, además también podría haber sangrado gastrointestinal, complicaciones como la hinchazón de la retina, lo que podría reducir la agudeza visual podría surgir.
La acetona, el metabolito causa intoxicación, acompañada de debilidad y mareos. Hay posibilidades de hepatotoxicidad, toxicidad renal (disminución de la diuresis, hematuria, proteinuria) y coma.
Además, la toxicidad del isopropanol es 3,5 veces la del etanol (alcohol), mientras que sus efectos tóxicos son 10 veces mayores, por esta razón, la muerte por envenenamiento con isopropanol es más rara que la muerte por envenenamiento con etanol, porque el bebedor se intoxica mucho antes, ser capaz de tomar independientemente una dosis letal de isopropanol, a menos que se tomaran 500 ml de isopropanol a la vez.
