¿Hay algún efecto adverso en el calentamiento de las sales anhidras para eliminar la humedad?

¿Realmente no? Pero no siempre es tan fácil como podría parecer.

Algunas sales, aunque se deshidratan limpiamente cuando se calientan, no abandonan la última agua (que se vuelve anhidra) hasta temperaturas bastante altas. Por ejemplo, el sulfato de calcio se puede volver anhidro con el calor, pero un procedimiento típico para eliminar la última agua del hemihidrato sería calentarlo a 750ºC durante una hora.

Otras sales formarán una masa fundida, que luego se solidifica en una masa sólida dura con calentamiento adicional, a menos que se siga un régimen cuidadoso de elevación de la temperatura. Por ejemplo, el cloruro de calcio se puede volver anhidro en principio por calentamiento a 450 ° C, pero simplemente poner algunos gránulos en una sartén y calentarlo es bastante ineficaz; la sal se derrite, se forma una costra, la transferencia de calor es lenta y el agua queda atrapada de modo que necesita burbujear como vapor a través de los agujeros en la corteza. Los métodos industriales dependen de cosas como depositar la masa fundida en tambores calentados en capas delgadas o atomizarla en gotitas que luego descienden a través de una torre de enfriamiento. En principio, también es posible simplemente calentar muy lentamente para que la sal nunca forme un hidrato derretido, pero esto lleva mucho tiempo y requiere un control cuidadoso de la temperatura.

Un tercer problema típico de los haluros de ácido es que algunas sales no abandonan su agua de hidratación sin descomponerse, emitiendo gas de cloruro de hidrógeno junto con el agua y dejando una sal de oxicloruro en lugar de un compuesto de cloruro puro. Por ejemplo, el cloruro de zinc no puede volverse anhidro simplemente calentándolo, y emitirá tales vapores ácidos si se intenta. En algunos casos, es posible obtener un cloruro anhidro por calentamiento bajo una corriente de cloruro de hidrógeno gas seco (o para el caso, cloro), pero esto es poco práctico en comparación con la simple compra del material de partida anhidro.