Desafortunadamente, es normal desarrollar dolor crónico después de que la lesión se haya recuperado por completo. Los hombros rotos son especialmente dolorosos porque no hay una posición que no lo haga, por lo que, durante semanas y meses, tu cerebro crea una conexión fuerte con el dolor vinculado a tu hombro.
Muchas personas sufren de este tipo de dolor que en realidad no existe pero que el cerebro ha establecido tan bien en sus circuitos que se convierte en parte de su vida.
Norman Doidge ha escrito un gran libro (La forma en que el cerebro se cura a sí mismo) que recomiendo donde explica cómo recuperarse de este tipo de dolor y borrarlo de su “cerebro de computadora”. Él llama a la técnica “visualización” y parece estar funcionando para mucha gente.
Trabaja también con tu médico de familia para controlar el dolor mientras ayudas a tu cerebro a reorganizarse.