La evidencia muestra que el ‘tratamiento con doxiciclina solamente’ no siempre conduce a
mejoras clínicas en los síntomas persistentes o en la calidad de vida en pacientes con EPC (enfermedad de Lyme crónica). Este hallazgo puede ser explicado ya que el uso de antibióticos solos a menudo no aborda las diferentes formas morfológicas de Bb, así como las formaciones de biopelículas en pacientes con EPC. Los estudios indican la necesidad de incluir la pared celular y los fármacos quísticos e intracelulares en cualquier tratamiento, ya que las diferentes formas morfológicas de Bb muestran diferencias en la sensibilidad al tratamiento con antibióticos.
[1] Como las coinfecciones están presentes en la mayoría de los pacientes, se requiere el uso de antibióticos específicos. Las tetraciclinas y los macrólidos se utilizan a menudo, con quinolonas para el tratamiento alternativo, particularmente gemifloxacina. Para Bartonella henselae, Chlamydia trachomatis y Chlamydophila pneumoniae, se recomienda la combinación con rifampicina. [2]
[1] E. Sapi, N. Kaur, S. Anyanwu et al., “Evaluación de la susceptibilidad a antibióticos in vitro de diferentes formas morfológicas de Borrelia burgdorferi”
Infección y resistencia a los medicamentos, vol. 4, no. 1, pp. 97-113, 2011.
[2] W. Berghoff, “Enfermedad de Lyme crónica y coinfecciones: diagnóstico diferencial”, The Open Neurology Journal, vol. 6, pp. 158-178, 2012.
Para la ‘encuesta’ más reciente de las tendencias en el tratamiento y el diagnóstico, considere:
Relevancia de la enfermedad de Lyme crónica para la medicina familiar como una construcción compleja de enfermedades crónicas multidimensionales: una revisión sistemática.
Liesbeth Borgermans, Geert Goderis, Jan Vandevoorde, Dirk Devroey
01/2014; 2014: 138016. DOI: 10.1155 / 2014/138016