Sí, es posible. La rigidez matutina y el dolor son uno de los síntomas, pero algunas personas no lo experimentan. El dolor espinal o lumbar y el dolor en los talones donde se une el tendón de Aquiles son síntomas típicos. A medida que la condición avanza, puede ocurrir una dramática postura “caída” que el paciente no puede corregir por el esfuerzo muscular. Los rayos X mostrarán un puente característico y, finalmente, la fusión de las articulaciones espinal y pélvica. Las pruebas de sangre pueden mostrar inflamación sistémica en forma de una ESR elevada (velocidad de sedimentación), y HLAB-27 elevado significa que es más probable que exista AS; pero esta proteína también es elevada en algunas personas sin AS y ausente en muchas personas con AS, por lo que es útil solo como parte de una impresión clínica general.
Todas las personas con una enfermedad reumática o autoinmune tienen su propia entidad de enfermedad personalizada e individual. Los reumatólogos los agrupan en lupus, AS, Sjogren, enfermedad mixta del tejido conectivo y artritis reumatoide, entre otros, según los grupos generales de síntomas y hallazgos de laboratorio y radiología. Pero en mis 28 años de práctica, descubrí que el paciente que encajaba con la presentación “clásica” de estas enfermedades era la excepción y no la regla.
