Creo que deberíamos comenzar diciendo que las vacunas no “curan” los virus. Las vacunas inducen al sistema inmune a producir anticuerpos contra virus y bacterias. El sistema inmune está entrenado para atacar el virus antes de que pueda convertirse en patogénico para el huésped humano.
Sí, muchos virus mutan frecuentemente. La gripe es un buen ejemplo, ya que muta casi todos los años, por lo que una vacuna contra la gripe para 2015 probablemente no sea muy útil en 2017.
El poliovirus muta a una tasa bastante alta, lo que le haría pensar que evitaría los anticuerpos inducidos por la vacuna contra la polio. Sin embargo, solo porque un virus muta, no significa necesariamente que cambie completamente. Todos los virus retienen ciertas glicoproteínas y otros productos bioquímicos en su capa de proteína que desencadenan una respuesta inmune, incluso después de varias mutaciones. Las mutaciones generalmente están en alguna capacidad del virus, no en su estructura general. Una última cosa: la mayoría de las mutaciones son muy leves, aunque la gripe es una excepción.
Hay tres serotipos de poliovirus. Cada uno tiene una antigenicidad diferente para el sistema inmune humano, y los tres son extremadamente infecciosos y peligrosos. Los tres serotipos están incluidos en nuestra vacuna actual. Esencialmente, el virus está debilitado, por lo que no puede dañar al huésped, pero aún así inducir la producción de anticuerpos contra los tres tipos de virus.
Los anticuerpos reconocen varios antígenos diferentes en el virus de la polio (podría haber docenas), por lo que incluso si una mutación causara la modificación de un antígeno de superficie, nuestro sistema inmune recordará a todos los demás.
Una última cosa. La polio no está completamente erradicada. Todavía hay un puñado de casos en algunos países.