Los receptores táctiles que ayudan a detectar el dolor debido a la estimulación táctil dolorosa se conocen como nociceptores.
Estos receptores transmiten sensación de dolor a través de los nervios periféricos a la médula espinal, donde liberan ciertos productos químicos que alertan al cerebro sobre la estimulación táctil dolorosa. Hay dos formas de dolor: rápido e intenso o lento, aburrido y ascendente. Ciertas drogas (analgésicos) y las endorfinas naturales del cuerpo pueden bloquear el paso de los receptores del dolor a través de la médula espinal y ayudar en el alivio temporal del dolor.