Hay innumerables cosas (todas basadas en la ciencia) que pueden causar ese síntoma.
La anemia (deficiencia de hierro) puede afectar el cabello, la piel y sus niveles de energía.
Las deficiencias de vitaminas (B3 y D, concretamente) pueden resecar o secar el cabello.
Las hormonas también pueden hacer un número en su piel y cabello, junto con las condiciones de la tiroides. Los análisis de sangre son la única forma de descubrir qué está pasando, y vale la pena tomarse el tiempo para descubrir qué está sucediendo. Es posible que necesite un suplemento o una inyección de vitaminas, un cambio en la dieta o incluso solo 15 minutos de sol al día para sentir, dormir y verse mejor.