Sí, puedes porque son diferentes tipos de medicamentos (un antiinflamatorio y un analgésico) que funcionan de manera diferente en el cuerpo. Sin embargo, insista en que su prescriptor verifique con regularidad las funciones de su riñón y su hígado para determinar los efectos que ambos o ambos medicamentos podrían estar teniendo en esos órganos.
Cuidate.