Los anticoagulantes son excelentes para ciertas afecciones médicas, pero existen riesgos. Demasiado anticoagulante evitará que la sangre coagule en absoluto. Esto significa que, incluso si tiene un corte menor, sangrará profusamente, ya que el anticoagulante ha desactivado la función de coagulación de la sangre.
Peor aún, si REALMENTE sufre una sobredosis de anticoagulantes, podría comenzar a sangrar espontáneamente.
Las dosificaciones de anticoagulantes son determinadas por profesionales médicos con entrenamiento extenso. Incluso con esto, es importante que el paciente sea reevaluado según las indicaciones, para asegurarse de que la dosificación sea correcta. Las circunstancias cambian y su proveedor de servicios médicos puede necesitar cambiar las dosis en consecuencia.
