¿Qué se entiende por orden de radiología?

La “radiología intervencionista” (IR) se refiere a una gama de técnicas que se basan en el uso de guía radiológica de imágenes (rayos X, fluoroscopia, ultrasonido, tomografía computarizada [CT] o resonancia magnética [MRI]) para apuntar con precisión a la terapia. La mayoría de los tratamientos con IR son alternativas mínimamente invasivas a la cirugía abierta y laparoscópica (ojo de cerradura). Como muchos procedimientos de IR comienzan con pasar una aguja a través de la piel hasta el objetivo, a veces se llama cirugía por orificios. Las habilidades esenciales de un radiólogo intervencionista son la interpretación de imágenes de diagnóstico y la manipulación de agujas y el uso de tubos y cables finos de catéter para navegar alrededor del cuerpo bajo control de imágenes. Los radiólogos intervencionistas son médicos capacitados en radiología y terapia intervencionista. Ninguna otra especialidad posee esta combinación única de habilidades. Casi no hay ningún área de medicina hospitalaria donde el IR no haya tenido algún impacto en el manejo del paciente. Aunque el radiólogo intervencionista tiene muchas técnicas a su disposición, estas se dividen en 5 amplias categorías. El rango de condiciones que se pueden tratar con IR es enorme y se expande continuamente. Es importante reconocer que el tratamiento de intervención suele ser una de varias opciones de tratamiento disponibles que van desde la nada hasta el tratamiento farmacológico y hasta la cirugía. Cada caso debe considerarse por sus propios méritos. La historia clínica electrónica (EMR) ha mejorado significativamente la eficiencia en muchas áreas del flujo de trabajo de radiología. La evaluación del flujo de trabajo demostró la necesidad de una solución de varias capas, que representó la consulta, la revisión del médico, la autorización y la programación, la evaluación de enfermería previa al procedimiento, el redondeo de médicos y la asignación y priorización de recursos. La implementación de un registro médico electrónico (EMR) puede generar mejoras mensurables en la eficiencia mediante la estandarización de la recopilación de información, la reducción de información perdida o perdida, la eliminación de errores de comunicación y la reducción de costos. La adopción de un sistema institucional de información de EMR y radiología (RIS) requiere el desarrollo de una solución que combine las prácticas institucionales con los sistemas modelo y las pautas nacionales de mejores prácticas. Para que el sistema tenga éxito, el usuario debe estar satisfecho, lo que generalmente significa que el sistema está adaptado al flujo de trabajo específico del usuario. Estos principios también se aplican a la gestión del flujo de trabajo de radiología intervencionista (IR).