Un farmacéutico es una persona calificada para dispensar medicamentos al público y en los hospitales. Él o ella tiene que saber mucho sobre los nombres de las sustancias, las condiciones para las que son apropiadas, las contraindicaciones y las combinaciones peligrosas. También son la última línea de defensa contra los errores de los médicos en la prescripción.
Los graduados de farmacia aprenden sobre cómo funcionan los medicamentos, cómo se fabrican y su historial, y otras habilidades relevantes para dispensar y administrar un negocio. Pueden trabajar en la industria como vendedores, o en el desarrollo de nuevos tratamientos médicos, pero generalmente no en el desarrollo de procesos.
Por el contrario, los ingenieros químicos saben poco de medicina, pero mucho sobre los procesos, incluidos los químicos y físicos (y algunos biológicos). Algunos habrán realizado módulos especializados en ingeniería farmacéutica o tendrán un conocimiento especial de, por ejemplo, la tecnología de partículas, que es de gran importancia.
Por lo general, trabajarán en el desarrollo de procesos, tanto en el proceso de producción como en los nuevos métodos de entrega de medicamentos existentes o nuevos.
Tanto los graduados de farmacia como los de ingeniería química pueden trabajar juntos en lo que se conoce como desarrollo de productos para obtener algo que sea seguro para las personas y que se pueda producir de manera confiable para que cada dosis sea igual y tenga el mismo efecto.
