Una vez leí acerca de un experimento que realizó un científico cuando fue ejecutado durante la Revolución Francesa. No sé si esto es cierto o un mito, pero fue interesante y me hizo sentir curiosidad.
Le pidió a su verdugo que lo mirara a los ojos después de que lo decapitaran. Dijo que iba a parpadear los ojos todo el tiempo que pudiera. Pidió que el verdugo contara el número de segundos que parpadeó para determinar cuánto tiempo después de la decapitación su cerebro funcionó. El artículo indicó que, de hecho, continuó parpadeando durante un período de tiempo antes de detenerse.
Habiendo pensado en esa propuesta, consideré que podría ser posible porque todavía habría una cantidad viable de O2 en el área facial y con el cerebro todavía conectado a las vértebras restantes, puede haber suficiente conducción nerviosa para lograr eso. No lo sé. Es una pregunta interesante.
Acerca de la audición. Los neurólogos me han asegurado que trabajé en un hospicio porque los centros auditivos del cerebro están muy cerca de los oídos y es el último sentido el dejar de funcionar al morir el cuerpo. Siempre alentamos a amigos y familiares a hablar con los moribundos el mayor tiempo posible hasta que se complete el proceso de muerte.