Las alfombras de mosquitos están hechas de productos químicos venenosos. En pequeñas dosis, no son muy dañinos. De hecho, la investigación ha descubierto que la cafeína es más tóxica. En grandes dosis, sin embargo, pueden causar daño hepático severo y otros problemas. Si sospecha que su bebé ha comido una alfombra para mosquitos o algo venenoso, actúe rápidamente.
- Intente averiguar cuánto ha comido su bebé. Averigüe cuándo se lo comió su bebé.
- Obtenga ayuda médica de inmediato
- Tome una muestra de lo que tragó su bebé o el recipiente de la sustancia con usted. Esto ayudará al personal médico a decidir sobre el tratamiento.
Si no está seguro de si su bebé se ha comido o no una alfombra, observe estos signos. Si su bebé ha comido pedazos de una alfombra antimosquitos, es posible que tenga:
- vómitos
- náusea
- dolor de estómago
- Diarrea
- mareo
- dolor de cabeza
- dolor de garganta