A las 37 semanas de embarazo, su cuerpo está experimentando el estrés de alimentar a un bebé a término. El agotamiento es completamente normal.
Muchas mujeres no ingieren suficientes calorías o protien para combatir la fatiga debido a que el bebé presiona su estómago, lo que hace que comer sea incómodo.
El hecho de que encontrar una posición cómoda para dormir es casi imposible, además de frecuentes viajes al baño generalmente significa que tampoco se obtiene un sueño adecuado.