El ejercicio de cualquier tipo ayuda con cualquier tipo de problema de salud mental (y en la mejora de la vida, en general, para el caso). La gente dice que libera endorfinas, pero no creo que eso realmente explique mucho sobre lo que está sucediendo en el cerebro cuando hacemos ejercicio. Creo que lo que sucede es que el ejercicio tiene un efecto anti-rumiación.
La ansiedad y la depresión resultante es causada por la forma en que pensamos cuando nos preocupamos por las cosas. Nuestros cerebros tienden a dar vueltas en círculos, repitiendo una y otra vez pensamientos sobre lo que nos preocupa. Este tipo de pensamiento no agrega nada nuevo y no crea ninguna solución. Todo lo que hace es aumentar nuestras preocupaciones.
El ejercicio proporciona un respiro del proceso de preocupación porque es difícil meditar durante el ejercicio. El ejercicio requiere movimientos repetitivos, y esos movimientos tienden a calmar la mente consciente, que es donde ocurre toda la rumia. A medida que la mente consciente se aquieta, nos movemos más en un estado de sentir lo que está sucediendo, especialmente en nuestros cuerpos, ya que estamos haciendo ejercicio. Mientras más podamos prestar atención a nuestros sentimientos, sensaciones y percepciones, menos podrá la mente consciente asumir sus rumiaciones.
El ejercicio esencialmente bloquea la rumiación. Si te esfuerzas mucho, tu lugar de ser se mueve desde tu mente consciente hacia tu cuerpo y tus sentimientos. Sucede automáticamente, sin que la mente consciente lo guíe. Lo que está sucediendo es que la parte del cerebro responsable de las sensaciones físicas y las percepciones se hace cargo. Yo llamo a esto el cerebro sensible. Cuando el cerebro sensible toma el control, no hay lugar para el pensamiento consciente, y por lo tanto no hay lugar para la reflexión.
La meditación es otra forma de ralentizar la mente consciente, pero la meditación es mucho más difícil, ya que estás usando la mente consciente para aquietar la mente consciente. Eso es difícil. Si haces algo que requiere la ascendencia de la mente sensible, como el ejercicio o actividades creativas como la danza (ejercicio y creatividad) o la música (actividad sensorial), la mente sensible se vuelve ascendente y la mente consciente se aquieta, sin tener que pensar al respecto.
Cuando bloqueas la rumia, dejas de preocuparte. Sin preocupaciones significa que no hay ansiedad. Sin ansiedad no significa depresión, al menos mientras se ejercite, y tal vez durante una hora o más después. Si prestas atención a lo que se siente al calmar tu mente consciente, incluso puedes recordar esa sensación cuando no estás haciendo ejercicio y deliberadamente intentar ponerte en ese estado de ánimo por un período de tiempo más prolongado. Cuanto más practiques la sensación de aquietar la mente consciente, sin importar cómo la provoques, más fácil será generar esa sensación sin ejercicio o cualquier otra técnica que aquiete la mente consciente.
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Creo que el proceso que describí anteriormente es el mecanismo subyacente que explica cómo correr o cualquier otro ejercicio ayuda a aliviar la depresión y la ansiedad. Si estoy en lo cierto acerca de esto, entonces es posible aliviar la ansiedad y la depresión usando cualquier técnica que aquiete la mente consciente. Cualquier quietud de la mente consciente detendrá la rumia, lo que aliviará tu ansiedad.
Utilizo el ejercicio (andar en bicicleta) para este fin, y también la música (toco la trompeta). Lo más frustrante para mí fue que si bien estas cosas me ayudaron mientras yo las hacía, el efecto se desvaneció rápidamente y la depresión volvió rápidamente. Pero cuando agregué una práctica de autoaceptación, pude obtener un alivio más duradero.
