No, si usted es terapeuta y ha llorado durante una sesión cuando un paciente revela una experiencia traumática grave, no significa que no tenga buenos límites. Si lloras durante cada sesión cuando un paciente revela una experiencia traumática severa, voy a decir que no tienes buenos límites. Como en casi todo en terapia, la mejor respuesta es “depende”.
Lloré en las sesiones cuando los clientes revelaron experiencias traumáticas graves. Nunca la primera vez que revelan una experiencia traumática y nunca la primera vez que me encuentro con el cliente. La razón de esto es que no conozco a la persona lo suficientemente bien como para entender lo que mi reacción emocional podría significar o hacer por él o para él o ella. He tenido clientes que me dicen que dejaron a otros terapeutas con quienes intentaban trabajar porque comenzaron a “contar su historia” y el terapeuta se disolvió en lágrimas. Su aceptación de la experiencia fue que el terapeuta no era lo suficientemente fuerte como para manejar su dolorosa experiencia. Querían a alguien que pudiera escuchar lo que habían pasado sin requerir que el cliente tuviera que detenerse y ponerse un freno emocional … las lágrimas del terapeuta fueron una señal para ellos de que tenían que detenerse. Que los terapeutas no podían escuchar lo que estaban diciendo, porque era demasiado doloroso.
Por otro lado, con algunos clientes a quienes he llegado a conocer muy bien, una vez que llegamos al punto de la terapia cuando era hora de trabajar en el trauma, si no había mostrado alguna señal de emoción cuando estaban compartiendo un experiencia traumática no hubiera sido auténtica, habría dañado la relación cliente-terapeuta (en mi opinión), y habría validado que su experiencia fue tan horrible como ellos creían.
Simplemente no es tan simple como “nunca llorar en una sesión con un cliente” o “nunca revelarse a un cliente”. Si lo fuera, la terapia sería una ciencia pura y no la combinación de arte y ciencia que es, cuando se hace bien. Intento mucho como terapeuta para asegurarme de que si me voy a permitir llorar en una sesión, he considerado alrededor de 50 factores diferentes, incluido el efecto en el cliente y si esto se trata de “mis cosas”. en lugar de algo que es importante para el movimiento de la terapia. No quiero que un cliente tenga que ocuparse de mí en una sesión o preocuparse o preguntarse si puedo manejar algo difícil que tienen que compartir. En 25 años de hacer esto, creo que he llorado con un cliente en una sesión menos de 10 veces (clientes diferentes). Por lo tanto, es bastante raro.
Es una de las razones por las que probablemente lloro en casi cualquier momento emocional en películas, programas de televisión, comerciales … Necesito la salida porque paso mucho tiempo SIN llorar a veces que realmente me gustaría como ser humano. Pero estoy centrado y ahi para alguien que me necesita para poder escucharlos y no romper. Entonces, hago eso por ellos y por el proceso de curación. Y luego me voy y me cuido en el resto de mi vida para poder continuar haciéndolo de manera regular y no quemarme y sentir fatiga por compasión.