Los efectos serían locales y sistémicos.
Localmente, la persona se sentiría entumecida en la boca y la garganta. Puede que le resulte difícil hablar y tragar.
Si uno bebe anestésicos locales en cantidades significativas, entonces, uno puede tener toxicidad sistémica con efectos predominantes en el sistema nervioso y el corazón (se necesitan grandes dosis para esto).