De acuerdo con mi comprensión, esto se puede facilitar mediante la descelularización de las válvulas cardíacas porcinas, que esencialmente es el proceso de eliminación completa de las células junto con sus elementos antigénicos.
Los antígenos xenógenos (elementos celulares derivados de otras especies) son reconocidos como extraños por el cuerpo humano e inducen un rechazo inmunitario del tejido. La descelularización elimina todos los componentes celulares y nucleares, y mantiene la integridad de la matriz valvular extracelular (ECM), que los receptores de trasplantes conservan y tolera.
Esto puede hacerse a través de métodos físicos como agitación, masaje, sonicación, congelación y descongelación para eliminar las células de la ECM al destruir sus membranas celulares.
Para la eliminación completa de productos químicos como los detergentes aniónicos (dodecil sulfato de sodio), se utilizan enzimas como la tripsina y ciertos detergentes no iónicos.
Los detergentes aniónicos causan lisis al alterar las interacciones lípido-lípido. Los detergentes no iónicos interrumpen las proteínas necesarias para la función crítica en las células sin dañar el colágeno o la elastina en la MEC.
Estas válvulas descelularizadas se consideran potencialmente mejores que las válvulas mecánicas convencionales debido a la disminución de la calcificación que se piensa que es una respuesta inmunoinflamatoria iniciada por el receptor.