Visualización y práctica. Por ejemplo, mientras habla, imagínese en una biblioteca silenciosa. O imagina que tienes una pequeña pieza de tejido directamente frente a tu boca, y tu objetivo es hablar sin moverlo.
Comience simplemente practicando frente a un espejo. Intente hablar lo más despacio que pueda o juegue con su volumen. ¿Qué tan silencioso puede hablar mientras se lo puede oír? También puede ayudar a seleccionar un monólogo de una película en la que el actor habla como te gustaría, y practicar clavar ese estilo de expresión.
Con el tiempo construirás más y más control sobre tu voz, y modulándola a la situación y el efecto deseado se convertirá en una segunda naturaleza.