Es un principio general de la medicina moderna que este tipo de conocimiento puede ser deseable. Dejando de lado la genética, si su médico descubre que está muriendo de cáncer, entonces tiene derecho a que le digan si eso es lo que desea.
Además, como señaló Nathan Myers, es posible que haya algo que pueda hacer sobre el riesgo. En ese caso, el conocimiento se vuelve aún más valioso. Tal como están las cosas en este momento, hay un número relativamente pequeño de condiciones genéticas en las que tal conocimiento puede ser útil. Tal vez un buen ejemplo es una mutación BRCA que otorga un riesgo muy alto de cáncer de mama. Si una mujer sabe que lo tiene, puede modificar su riesgo mediante una mastectomía electiva o, al menos, sometiéndose a exámenes frecuentes.