No hay una forma segura de conocer su riesgo de paro cardíaco repentino, por lo que reducir su riesgo es la mejor estrategia. Los pasos a seguir incluyen chequeos regulares, detección de enfermedades cardíacas y un estilo de vida saludable para el corazón con los siguientes enfoques:
- No fume y use alcohol con moderación (no más de una o dos bebidas al día).
- Coma una dieta nutritiva y balanceada.
- Mantente físicamente activo.
Si sabe que tiene una enfermedad o afecciones cardíacas que lo hacen más vulnerable a un corazón enfermo, su médico puede recomendarle que tome las medidas adecuadas para mejorar su salud, como tomar medicamentos para el colesterol alto o controlar cuidadosamente la diabetes.
Fuente (s): http://doctorbing.com