Sí lo hace. Un ejemplo es la prueba de ELISA / Western blot para VIH.
Históricamente durante mucho tiempo, la prueba más ampliamente utilizada para el VIH se basó en la transferencia de Western como la prueba confirmatoria después de un resultado positivo de ELISA (que es más propenso a falsos positivos ya que el análisis es muy sensible). Sin embargo, la transferencia de Western tiene problemas con falsos negativos ya que uno puede estar en el período de ventana antes de que se desarrollen los anticuerpos. Es muy específico, lo que significa que si fue positivo, es muy probable que tenga la enfermedad.
La transferencia de Western ha sido reemplazada en gran medida por los ensayos basados en PCR más sensibles y específicos, pero todavía se sigue utilizando en muchos casos.
También se usa en el ensayo de inmunoblotting en la enfermedad de Lyme y sigue siendo una herramienta importante en la investigación de nuevas enfermedades infecciosas y autoinmunes, ya que se considera el estándar de oro para identificar anticuerpos contra proteínas que se encuentran en agentes infecciosos y autoantígenos.
