En lo que respecta a la crioterapia de todo el cuerpo, solo es doloroso si alguien no toma las medidas adecuadas para protegerse durante una sesión. La congelación puede ocurrir si el usuario no usa guantes ni botas para proteger sus extremidades. Las extremidades son vulnerables ya que, durante una sesión, el cuerpo entra en modo de supervivencia y disminuye el flujo sanguíneo en las extremidades para proteger el núcleo, donde están los órganos internos. Sin embargo, se sentirá bien en cuanto a la congelación si el usuario usa la protección adecuada (en la mayoría de los lugares tanto hombres como mujeres usan ropa interior). También podría ser doloroso si el usuario se olvida de quitarse un reloj o joyas debajo del cuello, ya que el metal se puede congelar. De nuevo, seguir el paso de eliminar estos elementos evitará problemas.
En cuanto al aspecto frío de la crioterapia, sin duda será el más frío que alguien haya sentido, ya que el nitrógeno líquido alcanza una temperatura más fría que nunca registrada de forma natural. Sin embargo, a diferencia de un baño de hielo, es un contacto seco con la piel que es más agradable. La sesión dura tres minutos y en ese momento tienes que soportar el frío. Ayuda a moverse o girar en círculos para aumentar su circulación. Además, la puerta debería poder abrirse desde el interior en caso de que realmente sea demasiado incómodo. Aparte de esto, en realidad hará que tu cuerpo se sienta lleno de energía después. Salir de la criocámara es una experiencia estimulante.