La mayoría de los hongos crecen como hilos celulares individuales, llamados hifas. Esto está en contraste con las plantas y los animales, en los cuales las células del cuerpo forman tejidos tridimensionales, a menudo con distintas capas. Las hifas fúngicas tienen el ancho de una sola célula, pero pueden crecer en hilos muy largos con múltiples núcleos. Estas hifas se ramifican a medida que crece el hongo.
Cuando muchas hifas crecen juntas en un solo lugar, por ejemplo, donde hay una fuente rica de alimentos para que el hongo explote, se encuentra una “masa de hifas fúngicas”. Entonces, lo que tienes es el tejido corporal de un hongo.
