Las complicaciones más comunes de la transfusión son
- Reacciones febriles no hemolíticas
- Reacciones de frialdad y rigor
Las complicaciones más graves, que tienen tasas de mortalidad muy altas, son
- Sobrecarga circulatoria asociada a la transfusión
- Lesión pulmonar aguda relacionada con la transfusión
- Reacción hemolítica aguda por incompatibilidad ABO
El reconocimiento precoz de los síntomas sugestivos de una reacción a la transfusión y la pronta presentación de informes al banco de sangre son esenciales. Los síntomas más comunes son escalofríos, rigidez, fiebre, disnea, aturdimiento, urticaria, picazón y dolor en el costado. Si se presenta cualquiera de estos síntomas (además de la urticaria localizada y la picazón), la transfusión debe interrumpirse inmediatamente y la vía intravenosa debe mantenerse abierta con solución salina normal. El resto del producto sanguíneo y las muestras coaguladas y anticoaguladas de la sangre del paciente deben enviarse al banco de sangre para su investigación. NOTA: La unidad en cuestión no debe reiniciarse, y la transfusión de cualquier unidad previamente emitida no debe iniciarse. Se debe retrasar la transfusión adicional hasta que se conozca la causa de la reacción, a menos que la necesidad sea urgente, en cuyo caso se deben utilizar RBC negativos al tipo O Rh.
La hemólisis de glóbulos donados o receptores (generalmente los primeros) durante o después de la transfusión puede ser el resultado de incompatibilidad ABO / Rh, anticuerpos plasmáticos o hemoglobinas o hematíes fragmentados (p. Ej., Sobrecalentamiento de sangre almacenada o contacto con soluciones IV hipotónicas). La hemólisis es más común y más severa cuando los RBC de donantes incompatibles son hemolizados por anticuerpos en el plasma del receptor. Las reacciones hemolíticas pueden ser agudas (dentro de las 24 h) o demoradas (de 1 a 14 días).