Desafortunadamente, esto es extremadamente común. Y es una de las razones por las que las personas con TDAH a veces son etiquetadas como “estúpidas” o “lentas” o “groseras”. Y no es como si intencionalmente no estuviéramos escuchando, es que están pasando tantas cosas en nuestras cabezas que es difícil seguirlo al mismo tiempo. O puede suceder, puedes tener una conversación completa con alguien y luego no recuerdan grandes porciones de ella, porque, ¡sorpresa, no estaban prestando atención! O se les dieron instrucciones específicas y luego, sorpresa, se olvidan!
Sin embargo, esto tiende a ocurrir más a menudo en conversaciones cara a cara. En el correo electrónico y otras formas de comunicación escrita, la persona con TDAH puede regresar y leer los hilos previos o los textos anteriores y puede seguirlos sin problemas. Las instrucciones escritas pueden salvarnos la vida.