El cuerpo responde constantemente a las señales que recibe de nuestras acciones. Si suministra una cantidad adecuada de estrés, el cuerpo tomará medidas para estar mejor preparados para ese estrés. Esto podría ser en forma de aumento de la masa muscular, flexibilidad, densidad ósea, etc. Sin embargo, lo opuesto también es cierto. El cuerpo siempre está tratando de conservar energía. Si nota que no ha hecho cardio en 20 años, sus pulmones se debilitarán porque asume que no “necesita” respirar con dificultad. Lo siguiente que sabe es que ha caído, roto la cadera (en parte porque la disminución de la densidad ósea es a menudo consecuencia de un estilo de vida sedentario), desafortunadamente tiene neumonía en el hospital y no puede expulsar el líquido de sus pulmones porque ya se han acostumbrado para relajarse en el sofá los últimos 20 años. Ahora has muerto de “vejez”.
Si quieres vivir más tiempo, hazle saber a tu cuerpo que tienes la intención de hacerlo.