La mejor manera de acercarse a un médico en esta situación, o en cualquier situación, es con
1) instancias específicas de “desencadenantes” de síntomas como “obtengo mis síntomas cuando hago X”.
2) documentación de sus síntomas y condiciones en las que podría estar preguntándose en relación con sus síntomas; simplemente no traiga un “tomo” para que lo lean, no tendrán tiempo. Incluya problemas con el sueño, el estado de ánimo, la digestión o cualquier síntoma físico nuevo e inusual, incluso si pueden parecer ajenos. Intenta limitarlo a cinco o diez “puntos de viñeta”. Apreciarán su esfuerzo por presentar su “historia” de la manera más rápida y limpia posible. Piénselo en términos de “¿Qué pasó?”
3) registros de pruebas e informes médicos con respecto a su problema actual o problemas que haya tenido en el pasado que considere relevantes. Es un gran ahorro de tiempo tener todo esto listo para el médico para que ellos (y usted) no tengan que rastrear las respuestas más adelante. Siempre quiere guardar estos para sus registros personales de todos modos.
El resultado previsto es un diagnóstico sólido basado en el nivel de experiencia, evidencia diagnóstica y atención al detalle. Probablemente busquen mejores imágenes para descubrir qué está pasando con los tejidos óseos y blandos. Lo que me alarma en el informe de su terapeuta es la incidencia de náuseas con extensión cervical. Si existe la posibilidad de presión sobre la médula espinal o el canal, debe obtenerse una imagen y tratarse lo antes posible.
Si alguna vez no está satisfecho con las acciones de su médico o terapeuta, o si siente la necesidad de una investigación adicional, pero su médico no está dispuesto, no dude en obtener una segunda o incluso tercera opinión. Todo lo que importa es que reciba la atención que necesita de manera oportuna.