El dolor es una bestia compleja, principalmente porque tiene muchas cabezas. Hay varios tipos de sensaciones bajo el paraguas del “dolor”, y hay muchas maneras de interpretar su costo o valor para usted como ser humano.
En primer lugar, el estado de ánimo, la cultura y la distracción influyen en el umbral del dolor. Ciertos estados mentales, concretamente los estados del espectro depresivo, tienden a reducir el umbral del dolor. Encuentre algo para elevar su estado de ánimo o encontrar un tigre que lo haga correr por su vida y, a menudo, mejorará su tolerancia al dolor.
En segundo lugar, genética. Se han encontrado varias mutaciones de receptores que dan como resultado una sensación reducida (a veces una reducción profunda) de dolor nociceptivo que sugiere que la genética puede contribuir de alguna manera a los umbrales de dolor percibidos.
El uso de opiáceos a largo plazo en realidad puede reducir el umbral del dolor en algunos casos. Ver wikipedia.org/wiki/Opioid-induced_hyperalgesia
En su caso, con el tiempo puede haber desarrollado herramientas cognitivas para lidiar con el dolor crónico que son transferibles a estados de dolor agudo.