No se preocupe por lo que ve que hacen otras personas con respecto a la salud mental y los medicamentos. Es tu vida y tu salud, debes cuidarla de una manera que funcione para ti y solo para ti.
Parece que el primer paso debería ser simplemente ver a alguien con quien hablar sobre su situación. Un psicólogo podrá ayudarlo a través del habla y la terapia, mientras que un psiquiatra determinará si el medicamento es o no el medicamento adecuado para usted, y tal vez lo derive a un psicólogo. Busque médicos locales, pregúntele a alguien que conozca o comuníquese con una organización cercana para que lo deriven a una de estas personas. Quedarse atrapado pensando en las dosis y los efectos secundarios de los antidepresivos es intimidante, y no es algo que puedas resolver por tu cuenta, así que déjalo en manos de los doctores.
Además, actividades como mirar televisión o leer libros son difíciles de enfocar mientras se siente deprimido. Estar cansado / espaciado es común, incluso en casos leves de depresión, por lo que es una gran cosa que pueda notar estas cualidades y preguntar acerca de ellas.
En resumen, no salte directamente al medicamento. Habla primero con alguien, ya que la terapia a menudo puede ser tan efectiva como la medicación. Mientras tanto, prueba este breve ejercicio de meditación, y quién sabe, tal vez no necesites ningún medicamento: una meditación guiada. La mejor de las suertes