Es importante para que el tratamiento pueda comenzar mientras los efectos son aún leves. Cuanto más tiempo se retrase el tratamiento, menos eficaz será el tratamiento.
También es importante para que se puedan tomar medidas razonables para salvaguardar la salud del paciente. Las personas con demencia pueden lastimarse por accidente, cayendo, quemándose en algo que olvidaron que estaba caliente o iniciando un fuego al olvidar que tenían algo en la estufa, o incluso tomando demasiado o nada de su medicamento. También he leído que las personas con demencia corren un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y ataque cardíaco, pero no he visto nada últimamente.
También es importante para la calidad de vida. Con ayuda, el paciente aún puede experimentar y participar en actividades que antes disfrutaban o formaban parte de su rutina habitual, lo que contribuye a su bienestar.