Un masaje esternal es bastante más que alguien que decide “mover los nudillos sobre el estermundo de una persona”. Cuando lo hacemos, lo decimos en serio. Algunas personas no responderán a una pizca de la piel y si estamos en el punto de necesitar hacer una fricción esternal, ese paciente está en mal estado. Ciertamente, tampoco es una primera línea para evaluar la capacidad de respuesta.
Una mirada realmente general al estado mental se puede resumir con la AVPU mnemotécnica:
A – Un lert
V – responde a V oice
P – respuesta a P ain
U- No responde
Lo primero que haremos es intentar que el paciente responda a la voz. Si varios intentos no funcionan, trataremos de obtener una respuesta al dolor. Podríamos intentar una respuesta presionando donde la uña se encuentra con el dedo, pellizcando la piel o, como último recurso, la fricción esternal. Se considera que es el más doloroso por lo que no comenzamos allí. Si estamos empezando con un masaje esternal, podríamos pasar de la estimulación lumínica a una más profunda (re: dolorosa) si el paciente no responde.