¿Cuáles son los obstáculos que nos impiden promulgar políticas y leyes de salud mental que sean proactivas, compasivas y preventivas? Sí, esta Q está inspirada en el tiroteo masivo en Aurora, Colorado esta semana.

¿Respuesta corta? Financiamiento y estigma. Muchas instituciones se cerraron en los años 70 luego de que se conocieran los abusos y se conocieran nuevas investigaciones sobre sus efectos, pero nunca se lograron fondos suficientes para las instalaciones residenciales planificadas. Muchas personas con enfermedades mentales terminaron sin hogar o viviendo con familiares mal equipados para manejar los deberes de cuidado. Estas brechas han empeorado a medida que aumentan los costos de atención médica. Agregue a esa falta de servicios la aversión que muchas personas tienen de ser etiquetados como “locos” o para tratar con personas “locas”, tanto a nivel personal, legislativo y profesional, y termina con un problema que tiende a evitarse hasta que hierva.

Sin embargo, eso es solo por mi experiencia relativamente breve trabajando con una organización sin fines de lucro de salud mental. La respuesta larga y mejor es, probablemente, con el instituto nacional de salud mental. Son geniales y expertos en el campo: actividades legislativas.