En los siglos XIV y XVII intentaron todo para curar la peste (derramamiento de sangre, amuletos, partes de animales, oraciones …) y estos fueron los únicos remedios que ayudaron un poco:
- Higiene: limpieza con vinagre y romero. Funcionó porque eliminó algunas ratas. También redujo la muerte por cólera de personas que estaban infectadas pero podrían sobrevivir a la enfermedad.
- Quema hierbas aromáticas: aunque no funcionó para eliminar el “miasma del aire”, algunas pulgas se fueron, salvando algunas vidas.
- Pociones con plantas antibacterianas, como ajo, romero, lavanda, menta … Contribuyeron ligeramente para combatir la septicemia causada por la Peste.
Pero la población sobrevivió principalmente por el confinamiento y la resistencia natural.