Comer muchas frutas y verduras ricas en antioxidantes es bueno para todo el cuerpo, incluida la piel. Los antioxidantes como el betacaroteno y las vitaminas C, E y A pueden frenar el daño causado por moléculas inestables conocidas como radicales libres. Estas moléculas pueden dañar las células de la piel y causar signos de envejecimiento. Lo hace disminuyendo el daño celular y ayudando al proceso de curación de las heridas corporales. La vitamina C también puede ayudar a defenderse de los signos del envejecimiento debido a su papel vital en la síntesis natural de colágeno del cuerpo. Ayuda a sanar la piel dañada y, en algunos casos, reduce la aparición de arrugas. Sin embargo, en un estudio reciente, se demostró que los que sufren de acné tienen deficiencias de vitamina E, A y zinc. Por lo tanto, no estaría mal asegurarse de obtener su ingesta diaria recomendada de vitamina E, 15 mg. El aceite de árbol de té es una buena alternativa al peróxido de benzoilo, un ingrediente bien conocido en cremas para el acné.
- Betacaroteno o vitamina A para promover el tejido cicatricial saludable.
- La vitamina C ayuda al cuerpo a producir colágeno y es esencial para la curación de heridas porque ayuda al cuerpo a formar tejido nuevo.
- La vitamina E promueve la curación.
- El zinc estimula la curación de heridas.
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