La membrana plasmática es una membrana semipermeable selectiva. Las cadenas hidrofóbicas de hidrocarburo de las moléculas de fosfolípidos apuntan hacia adentro, creando una cavidad hidrofóbica entre la bicapa. Esta hidrofobicidad es la principal contribución a la selectividad de la membrana plasmática.
Las moléculas con cargas positivas o negativas son generalmente más solubles en agua (hidrófilas). La solubilidad en agua se debe a la formación de interacciones ion-dipolo entre las moléculas de agua y las especies cargadas.
Debido a que la membrana plasmática tiene un interior hidrofóbico (lipofílico), no permitirá el paso de las moléculas cargadas e hidrófilas (lipofóbicas). Existen proteínas transportadoras específicas o proteínas transportadoras, integradas en la membrana plasmática para permitir el paso de tales partículas cargadas dentro y fuera de las células.
Pero ciertas moléculas como el agua pueden atravesar la membrana debido a su pequeño tamaño a pesar de su polaridad.
Las moléculas neutras y las partículas solubles en lípidos pueden pasar, PERO si tiene un tamaño muy grande, no podrá atravesar la membrana.