¿Por qué hay un problema con la espiración y no con la inspiración en las enfermedades pulmonares obstructivas?

• En pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva, por ejemplo: asma, pueden sufrir tanto de inspiración como dificultad espiratoria. Cuando respiramos, creamos una presión intratorácica negativa para atrapar el aire de la atmósfera. A medida que las vías respiratorias se estrechan por la inflamación y la broncoconstricción, la inhalación se vuelve difícil y el trabajo de respiración aumenta. El atrapamiento de aire ocurre cuando las vías respiratorias se “cierran” antes de exhalar por completo. Esto se llama el punto crítico de cierre y puede ser causado por la resistencia de las vías respiratorias altas (asma) o la compresión dinámica de las vías respiratorias (EPOC).

La enfermedad pulmonar obstructiva grave ha destruido la integridad y la elasticidad del tejido pulmonar en la medida en que ya no se colapsa pasivamente cuando el diafragma se relaja. Las vías respiratorias comprometidas, que ya no son lo suficientemente rígidas como para permanecer abiertas, se colapsan y atrapan el aire que escapa, y el propio pulmón ya no tiene el retroceso elástico para forzarlo a pasar. El paciente ahora tiene que expulsar el aire usando sus músculos abdominales e intercostales, creando un esfuerzo.